Y así estamos :/

Por motivos de papeleo que tengo que realizar en un Ministerio, tuve que ir a cambiar unos datos a través de la oficina estatal que me corresponde por el lugar donde vivo. Resulta que tras una guardia de esas “buenas”, tomo la siguiente mañana para resolver aquella diligencia ya que esa oficina solo trabaja de 9-12 horas.

Entro al despacho y para mi suerte no hay nadie, no tengo que hacer fila, tras unos minutos me atiende un empleado y le explico que voy sólo a cambiar mi dirección para que no se pierda la correspondencia que ellos me envían; después de pedirme varios documentos los cuales tenía, me dice ”OK”, va a su escritorio y se sienta frente a su ordenador, clickea un par de veces, se levanta de la silla, se acerca y me dice: “para más comodidad (la de él supongo) escriba una carta al Ministerio y envíela a Madrid con tales documentos, para que ellos desde allá le hagan el cambio de dirección”; imagínense yo amanecida, cansada de trabajar, no entendía como este señor que no está atendiendo a nadie se atreve a decirme que “para más comodidad” tome otra de mis mañanas libres para hacer cola en correos, pagar y enviar una carta a Madrid simplemente porque él no puede (o quiere) hacer las diligencias correspondientes en su ordenador.

Y así como llegué me fui, sin nada resuelto, simplemente para tener más comodidad, obviamente no para el usuario.